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Comunidad unida
Recuerdos vivos
Ezequiel Demonty y la historia de la violencia institucional en Bajo Flores

































La historia de Ezequiel Demonty es la historia de muchos pibes y pibas del Bajo Flores. Es la historia de muchos jóvenes de villas y barrios populares que no volvieron nunca más a sus casas por culpa de la Policía (Gendarmería, Prefectura, Policía Bonaerense, Policía de la Ciudad). Ezequiel es también un símbolo de lucha contra la impunidad y la violencia institucional y, de algún modo, una prueba de que se puede conseguir justicia aún en tiempos complejos y con la cancha inclinada.
Ezequiel tenía amigos, tocaba la guitarra, tenía novia (y un hijo en camino) y disfrutaba de la vida como cualquier pibe de 19 años. Vivía en Barrio Illia y la noche del 14 de septiembre había salido a bailar a un boliche de Constitución. Al volver, agentes de la Policía Federal lo retuvieron junto a dos de sus amigos. Los esposaron, torturaron y llevaron a la vera del Riachuelo en Pompeya. Allí, sádicamente, los policías de la -entonces- Comisaría Nº 34 empujaron a los jóvenes al Riachuelo y les pidieron que nadaran de orilla a orilla. Con tantos golpes y sin tener demasiados conocimientos de natación, Ezequiel murió ahogado. Los otros dos (Julio Ismale Paz y Claudio Maciel) lograron sobrevivir y fueron claves en el juicio contra los agentes de la PFA.
La Policía, durante el juicio, inventó que Ezequiel y sus amigos habían robado una camioneta, luego un auto y luego una bicicleta para justificar la detención. Nunca pudieron corroborar eso ni justificar semejante brutalidad. Tres (3) de los 9 agentes involucrados obtuvieron cadena perpetua (Gastón Sahomano, Gabriel Barrionuevo, Alfredo Fornasri). Mientras que Funes, Gutiérrez, Para, Granados, Solís y Martínez recibieron entre 3 y 5 años de prisión en un juicio ejemplar y trascendental en la historia de la violencia institucional en nuestro país.
La violencia institucional y el abuso de las fuerzas de seguridad en nuestro barrio no es novedad. Hemos padecido el maltrato de las fuerzas de seguridad desde la última dictadura hasta la actualidad sin interrupciones. La democracia morigeró el maltrato hacia nosotros pero, de ninguna manera, lo erradicó. Las mismas prácticas que tenían las fuerzas armadas la siguieron teniendo los miembros de las distintas fuerzas de seguridad que se encargan de "garantizar la seguridad" de nuestro barrio.
Ezequiel dió vuelta la taba. La condena del Tribunal Oral en lo Criminal Nº8 de la Ciudad (y su juez Madariaga) fue una señal en contra de la impunidad. Constituyó un fuerte mensaje para el interior de las fuerzas de seguridad y para la sociedad que siempre vió y vé a los pibes de los barrios populares como posibles "chorros", escondiendo detrás de eso una dosis alta de racismo.
La familia de Ezequiel fue, es y será fundamental en la lucha contra la violencia institucional. Tuvo que aprender, a las apuradas, las instancias de un proceso judicial penal y bancarse muchas cosas que a cualquiera lo tumbaría. Esa fuerza, ese espíritu de lucha es el espíritu del Bajo Flores que no se deja atropellar por nadie.
La lista de pibes y pibas asesinados por las fuerzas de seguridad del Bajo Flores es demasiado larga. Estando en democracia, es sinónimo de vergüenza. Tanto el Archivo de la Memoria como quienes lo integramos estamos comprometidos con la lucha para terminar de una vez por todas con la impunidad y el odio contra nuestros pibes.
EZEQUIEL DEMONTY, PRESENTE!
AHORA Y SIEMPRE!


Video enviado por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner para uno de los festivales "Ezequiel Demonty" organizado por su familia (año aproximado 2016-2017-2018).
Foto de Ezequiel Demonty bailando en una fiesta. Esta sujetando, junto a su pareja de baile, una rosa.
Fotos del Homenaje que cada 21 de septiembre la familia de Ezequiel realiza en la vera del Riachuelo.
Fotos del Homenaje que cada 21 de septiembre la familia de Ezequiel realiza en la vera del Riachuelo.
Fotos del Homenaje que cada 21 de septiembre la familia de Ezequiel realiza en la vera del Riachuelo junto a Madres en Lucha, referentes de los derechos humanos y amigos de la familia de Ezequiel.
Fotos de la Infancia de Ezequiel
Video elaborado por alumnos de la Escuela Carlos Geniso (ENM Nª3) sobre la historia de Ezequiel y la violencia institucional del año 2018. Unos años antes, a raíz de un proyecto de los propios pibes del barrio, el Puente que une Lanús con Pompeya se re-bautizó como Puente Ezequiel Demonty. El video se llama "OTRO NUNCA MÁS". La memoria viva, presente y cambiando la realidad.
Video elaborado por Espacio de la Memoria en el que se relata brevemente lo ocurrido con Ezequiel a partir de la noche del 14 de Septiembre del 2002.


Fotos de Ezequiel, de pequeño, rodeado de amigos, amigas y sus hermanos y hermanas. En algunas fotos se lo puede ver disfrutando alguna fiesta de cumpleaños, en otras yendo o saliendo de la escuela primaria con el característico guardapolvos blanco. Siempre riendo y siempre celebrando la vida.
Fotos de Ezequiel, de pequeño, rodeado de amigos, amigas y sus hermanos y hermanas. En una se lo ve riéndose, casi a carcajadas, con un sobrero gris. En las otras rodeado de sus hermanos Brenda y Ema en lo que pareciera ser un cumpleaños. En la foto en el "campito" del Polideportivo se puede ver de fondo el Nuevo Gasómetro (construido entre los años 1994 y 1995). Las fotos son de principios y mediados de los años 90´ y fueron enviadas al archivo por Leo Demonty a quien agradecemos infinitamente.
Ezequiel en su adolescencia. Arriba y al costado tres fotos del mismo evento. Siempre junto a amigas y amigos divirtiéndose en lo que pareciera ser una fiesta. Debajo más fotos de Ezequiel en cenas o reuniones con sus amigos. En la mayoría se lo ve sonriente. Gracias Leo Demonty por estas fotos tan emocionantes de Ezequiel, su familia y sus amigos.
EZEQUIEL DEMONTY...PRESENTE
AHORA Y SIEMPRE
LA MEMORIA QUE NO SE BORRA - LOS DESAPARECIDOS DE LA ESCUELITA DE BELÉN Y DEL BAJO FLORES.-








La ausencia se nota, hubo pena pero no olvido. Su legado continúa hoy más vivo que nunca. Mónica Mignone, Maria Esther Lorusso, M. Marta Vásquez y Cesar Lugones, Mónica Quinteiro, Beatriz Carbonell y Horacio Perez Weiss: Militantes detenidos-desaparecidos el 14 de mayo de 1976. "Ahí donde haya una reivindicación de nuestros derechos, un grupo de jóvenes que quiere cambiar la realidad del barrio, una ayuda sincera, un abrazo y tantas otras cosas que hacen especial la vida de nuestras calles y pasillos, ahí mismo ellos están y estarán presentes" (“Micrófonos para el pueblo. FM Bajo Flores”)
A pocos días del golpe de estado del 24 de marzo de 1976, seis jóvenes catequistas que realizaban trabajo social en Bajo Flores fueron secuestrados de sus casas y continúan aún desaparecidos. Días más tarde Mónica Quintero (ex monja) también fue secuestrada, detenida y desaparecida. Era Mónica Quintero quien había convencido a un grupo de jóvenes porteños, a fines de la década del 60´, de pasar los veranos en Cushamen (Chubut) realizando tareas sociales en distintos parajes de la zona. Luego, a raíz de un contacto con alumnos y profesores del Colegio Euskal Echea, el mismo grupo conformado por Mónica Mignone, Mercedes Mignone y otros deciden ir a realizar tareas sociales, comunitarias, dar catequesis y apoyo escolar en la "Escuelita de Belén" del Bajo Flores. El objetivo de los organizadores era terminar de construir una guardería en ese sitio que quedaba en el denominado "sector de Belén" de la entonces enorme Villa del Bajo Flores.
Al principio, hablamos del año 1971, el grupo de jóvenes de la Escuelita de Belén se referenciaban con dos curas salesianos -poco nombrados- que vivían en Bajo Flores: Tito González y Esteban Felgueras. Luego conocieron a Vernazza y a Ricciardelli y se generó un cariño enorme y mutuo y una sinergia sin igual.
Mónica Mignone, María Esther Lorusso Lammle, César Lugones, María Marta Vásquez, Horacio Pérez Weiss y Beatriz Carbonell fueron con el tiempo transformando su militancia y compromiso religioso, en compromiso social para luego terminar en una militancia plenamente política en la Juventud Peronista junto a cientos de miles que esos años se integraron a la Tendencia para luchar por el retorno de Perón a la Argentina. Nunca dejaron la religiosidad ni la fé de lado pero fue su compromiso social y político lo que los llevó a sumarse a esa maravillosa juventud que más tarde fue perseguida y reprimida por la triple A y, con más ahínco, por la Junta Militar. Algunos sobrevivientes de aquellos años de entrega todavía recuerdan la felicidad de los jóvenes de la Escuelita de Belén, que junto a los Curas Villeros y el Movimiento Villero Peronista (que integraban) fueron a buscar al General a Ezeiza en su retorno. Vale recordar que en ese vuelo también venían Emilio Mignone (padre de Mónica, Mercedes), Ricciardelli y Múgica.
Los jóvenes de la Escuelita de Belén comenzaron a ir al Bajo Flores a principios de los año 70 y rápidamente armaron un grupo grande entre los jóvenes del barrio y de los que venían "de afuera". Todos ellos conformaron el "Movimiento Villero Peronista" en el Bajo Flores. El 14 de Mayo de 1976 6 de ellos fueron detenidos y trasladados a la ex esma (sitio donde se los vio con vida por última vez).
La mayoría de los jóvenes de la Escuelita fueron secuestrados en sus propios domicilios y es allí donde comienza la titánica lucha de las familias por recuperar a sus hijos. Emilio Mignone (padre de Mónica Mignone) se convierte de los principales denunciantes de los abusos cometidos por las Fuerzas Armadas. Juntó documentación que fue clave para los juicios que se desarrollaron más tarde. Fundó, junto a otros y otras, el CELS y fue vicepresidente de la APDH. La Madre de Mónica, Angélica Sosa (que también militaba en Bajo Flores) fue una de las primeras Madres de Plaza de Mayo (línea fundadora). Luego del secuestro y desaparición de Mónica y sus compañeros y compañeras la casa de los Mignone se convirtió en refugio de muchas familias que, desesperadas, acudían a Emilio y Angélica en búsqueda de ayuda por tener un familiar secuestrado o desaparecido. Desde allí (aquel departamento en la Av. Santa Fe) se redactaron los primeros habeas corpus y se brindó contención y apoyo a los cientos de compatriotas de todo el país que estaban desesperados buscando a sus hijos o familiares.
La historia de compromiso de los "6 catequistas" o el "grupo de la escuelita de Belén" es de esas historias que no se deben borrar, que no debemos permitir que el olvido se las lleve. Por este motivo es que forman parte del Archivo de la Memoria del Bajo e instamos a cualquier vecino, compañerx que quieran compartir fotos, recuerdos, relatos sobre esta página de la historia del Bajo Flores que lo haga así podemos publicarlo y luchar juntos contra la amensia y el olvido.
Recomedamos esta nota de "El Cohete a la Luna" sobre quiénes son los desaparecidos de la Escuelita de Belén (https://www.elcohetealaluna.com/de-cushamen-a-la-esma/)






La hermana Graciela es Mónica Quinteiro, está sentada de espaldas. Al lado Mónica Mignone, luego la hermana Colombo y con anteojos está María Marta.

Marta Ocampo de Vásquez: Madre de María Marta Vásquez Ocampo, secuestrada por personal de la Armada en su departamento del barrio de Caballito el 14 de mayo de 1976, junto a su marido César Amadeo Lugones Casinell. Fueron vistos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). Hasta la fecha, permanecen desaparecidos. María Marta era psicopedagoga y junto a su marido militaban en la Juventud Peronista (JP), al mismo tiempo que formaban parte del equipo del proyecto Belén en la Villa del Bajo Flores. Estaba embarazada, dio a luz en la ESMA y fue atendida por el Dr. Jorge Luis Magnacco. Hasta la fecha, el nieto de Marta sigue sin encontrarse. Marta fue elegida presidenta de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos (FEDEFAM), cargo que desempeñó entre 1999 y noviembre de 2003. Declaró en la Megacausa ESMA, entre otros juicios. Fue presidenta de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora. Falleció el 18 de noviembre de 2017, en Buenos Aires a la edad de 90 años. https://www.bn.gov.ar/uploads/transcripciones/marta-ocampo-de-vasquez.pdf
Fecha de publicación: 11/07/2017
Murales de los detenidos desaparecidos del Bajo Flores. El de arriba en Barrio Rivadavia, a la derecha en el Barrio Illia II hecho por FM Bajo Flores (2009) y debajo un mural hecho en 2012 por organizaciones nucleadas en el Frente para le Victoria en la cancha del pollo de la Manzana 1 del Barrio Ricciardelli.


La Dictadura en Barrio Rivadavia


La larga noche de la última dictadura cívico militar dejó marcas grandes e indelebles en el Barrio Rivadavia y sus vecinos. En algunas casas que conservan el formato original todavía se pueden ver los números que le asignaron los militares a las casas pintadas con fondo negro y los números en blanco.
La Dictadura no solo quiso erradicar la Villa del Bajo Flores, sino también a su barrio vecino: el Barrio Rivadavia. El Barrio Rivadavia existe desde mediados de los 60. Fue una medida de otro gobierno militar para otorgar "viviendas transitorias" a través de préstamos del Banco Hipotecario a personas que debían ser relocalizadas. Si bien las casas eran de material, el Golpe del 76 decidió que ese barrio tampoco tenía que permanecer de pié. Primero lo intervino militarmente con fuerte presencia de personal del ejército. En cada pasillo del barrio había una leyenda pintada por los propios milicos que reazaba: "Prohibido circular, estacionar, pernoctar dentro del barrio excepto oficiales". Es decir, se le prohibía a los vecinos, prácticamente, vivir. Cuando los vecinos salían del barrio debían pasar varios retenes mostrando documentación, explicando para qué salían o mostrando un certificado expedido por las autoridades laborales que daba cuenta que ese vecino o vecina salía del barrio para trabajar. Algo así como un gueto nazi.
El más importante de los retenes estaba en Cobo y Curapaligue. Allí, el que no podía explicar a qué iba al barrio o por qué salía era -de mínima- detenido y los que no tenían la documentación en regla (ésto ocurrió con algunos vecinos migrantes) era directamente enviado a su país de orígen.
Los militares querían erradicar el barrio pero no querían trabajar para demolerlo y no alcanzaba con las topadoras puesto que la mayor parte de las casas era de material. Entonces se les ocurrió la siniestra idea de hacer sorteos (que usaban a la lotería nacional como referencia) para demoler casas. Si los dos últimos números que salían en la lotería nacional coincidían con los dos últimos números que los militares le habían asignado a tu casa debías demolerla....VOS MISMO. Una vez demolida la casa debías irte y no volver. De más está decir que los militares no le otorgaron una vivienda en otro sitio a nadie.
Esta macabra historia sigue en la memoria imborrable de algunos vecinos y vecinas con Omar Blanco quien recuerda a vecinos derrumbando su propia casa con moladoras y a la vez llorando de la impotencia y tristeza.



"Hasta la vida". REPRESIÓN A LA MURGA DEL BAJO FLORES.
En enero de 2016, la Gendarmería Nacional, a cargo de la seguridad del Bajo Flores desde el 2011, reprimió salvajemente a la Murga Los Auténticos Reyes del Ritmo del Bajo Flores. Una murga compuesta, casi exclusivamente, por niños y niñas de 3 a 12 años. Con balas de goma y de plomo hirieron casi a 50 niños. La ministra Bullrich (a cargo de la Gendarmería) en vez de apoyar a los vecinos fue a visitar y a premiar a los gendarmes que participaron en el operativo.
A raíz de esto, escritores, ilustradores, editores, narradores y otros trabajadores de la literatura infantil y juvenil realizaron "Hasta la vida". Aquí dejamos algunas fotos y videos de aquel brutal operativo en la calle 10 entre Charrúa y Bonorino.









